Es un término que puede tener distintos significados, pero en general se podría definir como un tema que ha sido acordado por diferentes miembros de un grupo.
Uno de los objetivos de las relaciones públicas es el llegar a influir en la opinión pública, pero también es necesario mencionar que es más factible para las RRPP crear una opinión acerca de nuevos temas o que aún no se han consolidado con opiniones.
Sin embargo esto no quiere decir que no se pueda lograr cambiar la opinión, ya que por lo general es lo que se busca hacer, por ejemplo en una campaña política en donde las decisiones están meramente definidas, las actividades que se realizan en éstas van mayormente enfocadas a cambiar la opinión de los que no están de acuerdo, de eso depende el éxito o fracaso de una campaña y en todo caso de las Relaciones Públicas.
La opinión pública por lo general se cree que es el conjunto de opiniones de un grupo, pero en un grupo las personas pierden su individualidad y se transforman para encajar en él, es decir en ocasiones las personas cuando están con un conjunto de personas suelen desinhibirse y hacer cosas que si estuvieran solas no harían.
Es por eso que no hay que dejar de reconocer que las personas son seres cambiantes en cada momento, impulsivos y que actúan por la emoción más que por la razón.
Por lo anterior es que el término “opinión pública” se define como las opiniones individuales como el voto secreto o mediante preguntas como encuestas.
Pero siempre que se vaya a tratar a la opinión pública se deben tomar aspectos de gran importancia según el sociólogo Hadley Cantril, que se muestran a continuación:
Una vez formada la opinión es muy difícil cambiarla: es decir cuando se genera información acerca de la empresa será muy difícil cambiar la opinión aunque lo que se dijo con anterioridad sea totalmente falso, además que se origina un clima de engaño que a fin de cuentas repercute en la imagen y la credibilidad de la empresa.
Cuando el interés de las personas está en juego, sobre todo el financiero, es casi imposible hacerlas cambiar de opinión: esto se da en casos como el mencionado ya que el hombre por instinto suele rechazar lo que no le conviene y en dichas ocasiones puede estar a la defensiva aunque lo que se vaya a hacer sea lo correcto.
La opinión de una comunidad la forman los líderes, sean formales o informales: La gente siempre sigue a las personas en quienes confía, quien sabe que se informa y a quién admira es por ello que las relaciones públicas, primero que nada buscan convencer a los líderes de cada sector.
El público suele desdeñar una idea, dejarla pasar, si no ve que lo que pasa va afectar sus intereses personales o aspiraciones.
El público necesita que una situación le parezca clara y sin confusiones: Proporcionar la información si es necesario con las conclusiones ya hechas, porque hay ocasiones en que después de pasar por una cantidad de personas la información se deforma.
En general, la opinión pública no prevé algunos casos complejos y los soluciona en cuanto a la marcha, por ello es necesario anticiparse a las emergencias.
La opinión es extraordinariamente sensitiva respecto de los acontecimientos importantes: Hay que dar una información seria, verdadera y rápida ya que en ocasiones la opinión pública reacciona ante sucesos previsibles.
La resistencia popular ante decisiones gubernamentales es menor cuando sienten que la misma comunidad ha participado en las decisiones.
Las empresas que logran que la opinión pública se incline hacia sus empresas, es gracias a que han podido generar un clima de confianza.
El poder y gran alcance que ha tenido la opinión pública ha orillado a empresas, instituciones y oficinas a establecer un departamento de relaciones públicas.
La opinión pública es cambiante ya que cada vez surgen nuevas formas de estar informado, además de nuevas generaciones con necesidad de estarlo.
Bibliografía
Fernández F.“Ciencia de la Información y Relaciones Públicas” Ediciones Macchi, 1999
Vane Martínez
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